“Castropol-Asturias XX-XXI. Un pueblo, un siglo”, es el título de la exposición fotográfica inaugurada ayer y que mira a la evolución del Principado y, en especial a la de Castropol, donde se fraguó hace cien años la puesta en marcha de la Biblioteca Popular Circulante (BCP). La muestra se enmarca en el centenario de la hoy ya bautizada con un nombre un poco más largo –Biblioteca Popular Circulante Menéndez Pelayo– y que programa una amplia actividad para los próximos meses.
“La muestra busca visualizar el contexto social y cultural de esa Asturias del primer tercio del siglo XX”, explica la bibliotecaria, Manuela Busto, sobre esta exposición dual en la que las fotos de la Asturias rural, representada en Castropol y algunos otros rincones del Occidente, convive con la vida urbana de ciudades como Gijón. En la muestra, abierta hasta el 15 de diciembre, se pueden ver alrededor de sesenta fotografías y enseres antiguos de la vida tradicional, desde un carricoche a prendas de vestir.
El presidente de la Junta, Marcelino Marcos Líndez, fue el encargado de inaugurar la muestra haciendo una defensa del papel de las bibliotecas, “imprescindibles para la organización y gestión de la información”, y de las mujeres y los hombres que las dirigen, como “agentes de confianza capaces de ofrecer apoyo fiable y contenidos”.
“Si mueren las bibliotecas posiblemente la libertad del conocimiento sufriría un duro golpe”, añadió Líndez, que animó a la Menéndez Pelayo a seguir al menos otros cien años siendo “un lugar de reunión y proporcionando habilidades a los ciudadanos”.
El presidente del parlamento asturiano estuvo acompañado por la archivera y responsable de la biblioteca de la Junta, Josefina Velasco, quien anunció que están trabajando en un pequeño regalo para la Menéndez Pelayo a la que darán una recopilación de los documentos históricos ligados al concejo y previos a 1921 para que los vecinos tengan “un conocimiento mejor de lo que los procuradores de Castropol representaban en la Junta General”.
En esos documentos, dijo Velasco, los castropolenses descubrirán que los representantes del antiguo concejo de Castropol “nunca fueron muy sumisos, ni cómodos para la Junta”, pues eran, señaló, muy reivindicativos y siempre reclamaban mayor independencia.
Por su parte, el alcalde de Castropol, Francisco Javier Vinjoy, agradeció la colaboración de la Fundación Ría del Eo, de la asociación Casino-Teatro y del Museo del Pueblo de Asturias para el desarrollo de esta muestra. La parte más singular de la exposición es la referida a las imágenes antiguas de Castropol, pues la fotógrafa Ana Penzol, por encargo de la Fundación Ría del Eo, realizó réplicas actuales de los mismos rincones. De este modo, se puede apreciar que arquitectónicamente Castropol se ha mantenido casi igual en el último siglo. “Sirven para ver lo poco que cambió”, señala Ovidio Vila, de la Fundación Ría del Eo.